Lo divertido de todo este asunto es que siempre pasan cosas que uno no se espera. Un día llamo a Junk y le digo que queremos grabar un Ep. Y me dicen que sí. Pero le doy vueltas, y digo, oye, pues podemos grabar un Lp en vez de un Ep. Y lo propongo, y me dicen que vale. A correr de nuevo.
Así que empezamos a mirar canciones, teníamos las cuatro que tocamos en directo, más dos que habíamos ensayado pero que no llegaron a entrar para la mini-gira porque estaban poco preparadas. Bueno, pues ya son seis. Nos faltan cuatro. Así que un día me pongo a mirar en los descartes, y entre esos descartes y dos o tres canciones nuevas que sacamos entre Iván y yo, ah, y las dos canciones acústicas que quiero meter, pues vamos a ir mirando a ver cuáles entran y cuales no. Finalmente, a día de hoy, ya tenemos las nueve canciones, que son las seis iniciales más tres, y una acústica que no vamos a ensayar, tenemos que seguir ensayando porque vamos a grabar en directo y no tenemos demasiado tiempo, pero esas nueve más la acústica más la versión de Hill son once canciones. Tenemos el mes de agosto para prepararlo. Grabaremos el fin de semana del 31 de agosto, y 1 y 2 de septiembre. La mezcla, a ratos esa semana, y luego lo mandamos a Estados Unidos a que lo mastericen. Si todo sale bien, saldrá a la venta entre Octubre y Noviembre.
Lo interesante de todo esto es que podríamos evitarlo. Quiero decir que parece que se ha convertido en una dinámica de las grabaciones del grupo que sean siempre a todo correr, siempre que grabamos, sea lo que sea, es con poco tiempo de preparación, y esta vez el incentivo está en que vamos a grabarlo en directo, porque contamos con poco presupuesto y no nos queda más remedio. A mí, personalmente, me atrae bastante este sistema de grabación, quizá luego es un descalabro y sale fatal, pero ya he probado varias veces a grabar por pistas y creo que esta vez, por la dinámica del grupo y por la situación, puede ser positivo, en el sentido que la intensidad se capte mejor. No es que no me gustara como quedaron las canciones del disco anterior, pero creo que ese disco, en algunos momentos, se viene abajo. Sin embargo pienso que con este disco no va a ocurrir eso. Puede que a la gente que le gustó el primer disco no le guste el segundo, porque el grupo ha cambiado la intención, ahora hay más tensión, ya por la composición de los temas en sí mismos, ya por la línea que estamos llevando, las canciones son más crudas, hay más intensidad, y, porqué no, es un disco menos pop, pero menos pop en ese aspecto, en el que los violines se han sustituido por guitarras y las canciones van más hiladas, más encorsetadas, o por lo menos esa es la sensación que me da a mí en el local de ensayo y en el directo. Como digo, no es que el disco anterior no me gustara, que me encanta, pero llevarlo al directo ha sido del todo revelador, porque nos dimos cuenta de que faltaba intensidad. Ahora hemos tocado más, hemos ensayado más, y sobre todo eso, que el grupo ha cambiado de intención. El “Cosas” era un disco que tenía la intención de ser elegante, y la orquestación se llevó por ahí para eso. En este disco la intención es otra, es la de hacer un disco de canciones que se sustenten por sí mismas, sin ayuda de arreglos, canciones que aguanten todo el peso sin elementos ajenos a los que propiamente lleva la banda. Ese es el propósito. Ahora a ver qué coño sale, jeje.
La portada ya está casi hecha. Hay que rematar el tema de arreglos (porque algo va a caer) y, claro, ensayarlo todo bien para que cuando vayamos a grabar salga todo de un tirón. También me queda mirar alguna letra. Hay que sacar las claquetas y definir algunas líneas que están por clarificar. Pero vaya, que el disco ya va enfilado.
Hay otra cosa en este disco que me gusta especialmente, y es la tónica de los textos. En el “Cosas” todas las canciones iban dirigidas a alguien, la mayoría a el/los mismo/s, porque bueno, eso ya lo he contado muchas veces en las entrevistas y creo que aquí también, pero cuando compuse ese disco me dolían tanto los golpes que me harté de llorar y de vengarme. Estaba escocida, me sentía insegura, era todo muy inestable. Pero desde que eso ocurrió (y creo que “La risa de la vida” ya anticipaba un poco el cambio) la vida ha cambiado para mí. No es que haya dejado de llevarme desengaños ni cosas parecidas, pero lo cierto es que ahora me trata mucho mejor, estoy mejor, más feliz, más segura, menos dolida. Sigo obsesionándome con tonterías y sigo drogándome igual, porque supongo que, en el fondo, hay cosas que no han cambiado. Pero hay otras que sí. La acción anula de alguna manera al pensamiento, y tanta acción me deja a veces sin aliento. Pero las canciones ya no son “canciones dedicadas”, componiendo pienso más en mí que en los demás, y eso me parece también algo positivo. Voy a ponerme a contar las canciones que me quedan por contar del disco anterior, y me va a costar un poco. Pero lo haré igualmente. Tanto strip tease emocional merece una explicación.
Ah, y ya tengo título.
“Se acabó la rabia”
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