Lo mejor del año

Ya han salido las listas de "Lo mejor del año" de la mayoría de las revistas de prensa independiente especializada, y los sellos ya utilizan esas referencias para promocionar a sus grupos, incluyéndo dichas citas en sus notas de prensa y boletines. Es curiosa la espectación que generan, y curiosa también la polémica que se desata después en cuanto a los discos que están, a los que no deberían estar, a los que no están y deberían estar, y por supuesto al órden de tales discos. Unos dicen que los puestos están merecidos, otros que no, muchos echan de menos muchos discos, y algunos no echan de menos ninguno porque no conocen a la mayoría de los premiados. A mi me pasa un poco de cada: muchos de esos discos no los conozco, algunos que conozco y que me parecen buenos discos no aparecen, y otros discos que sí conozco y aparecen desde luego que no están en las posiciones que yo creo que debrían estar. Al final, todo el mundo piensa que la prensa está comprada por los sellos, y por las noches, en los bares, se oye eso de "aquí pasa algo". Luego, los grupos que no están se lamentan de no estar, y a los que sí están, salvo algún caso , les da igual, repito, salvo algún caso. Este año yo creo que la situación es más especial si cabe, porque muchos de los discos que han salido en "Lo mejor del año" son discos de sellos muy pequeños, muy indie todo. Un grupo pequeño de un sello pequeño tiene que dar saltos de alegría por haberse colado, por ejemplo, entre los primeros cuarenta mejores discos según Mondosonoro, pasando por encima de La buena vida (que están justo en el puesto cuarenta), por ejemplo, que es una referencia fundamental y cuya permanencia en esa lista nadie cuestiona (incluída yo misma).
Pero bueno, a lo que iba es que ahora saldrán las listas de lo mejor del año según los lectores. Esto es más divertido aún, porque si uno puede cabrearse porque la prensa ha encumbrado discos que uno cree que no lo merecen, siempre puede pensar eso de que "son cuatro críticos, y simplemente es su opinión", pero cuando votan los lectores o los oyentes, la gente como tú, y las listas tampoco salen bien... ¿qué ocurre entonces? Entonces desacreditas al público y dices eso de "la gente es tonta y no tienen ni puta idea", consuelo sencillo donde los haya, simplemente para tranquilizarse uno porque no le han puesto su disco preferido dentro de esa lista y pensar así que uno es menos freaky, porque, no nos engañemos, nos gusta que lo que nosotros creemos que es lo mejor, los demás también lo piensen, precepto que creo que está en contra de los fundamentos del indie, pero vaya, que quizá en esto radica la gracia del asunto, porque el pensamiento único no debería estar muy ligado a la música independiente. Ironías.
El problema es mucho mas grave si tú eres uno de esos grupos, porque entonces ya no juegas solamente con factores externos, sino que ya está en juego tu propia reputación. Lo bueno (y también lo malo) de esto es que no hay demasiados grupos con disco, entonces bueno, digamos que la parte buena es que, si no tienes un disco en el mercado, solamente te queda la parte de las mejores maquetas, sección que, por otra parte, cada vez se hace menos en la prensa escrita, y encima como los pocos programas de radio que las hacen incluyen un top de cinco o diez grupos, pues bueno, son muchos más los que se quedan fuera que los que entran, así que piensas: "el año que viene a ver si hay más suerte", y se aplica eso del mal de muchos, consuelo de tontos. Lo malo es que si no hay muchos grupos con disco, y tienes disco y te quedas fuera, es una putada muy grande, porque miras la lista y dices: "¿Cómo pueden haber metido a fulano y no a mí?. Si esto ocurre en la lista de la prensa, regular, pero si pasa en la lista del público, entonces fatal, porque el público no puede ser nunca una élite sin criterio. El público se convierte así en una masa ingente sin criterio, y entonces te planteas si merece la pena lo haces, si le habrá gustado a muchos pero te has quedado justo en la linea de corte, etc...
Pero esto solamente ocurre si tienes disco o maqueta circulando por ahí. Si no, da igual, porque a la mayoría de la gente le importa un pimiento "lo mejor del año". Todas estas situaciones las viven los grupos que están en activo. Cada vez estoy mas convencida de que "el panorama indie" se retroalimenta de sí mismo, como un pequeño monstruo que se retrofagocita y se recompone cada día, son los grupos los que ponen el grito en el cielo cada vez que sale "lo mejor del año", cosa que tampoco me parece mal, simplemente me parece curioso, o incluso previsible, porque realmente "esa masa ingente sin criterio", esto es, el público, lo único que hace es, a posteriori de esas listas, rebentar el soulseek o el emule bajándose todo lo que pone ahí, y para cuando lo hayan escuchado todo, ya no se acordarán de las posiciones y les dará igual. Visto así, las listas de "lo mejor del año" solamente garantizan una cosa, y es que el año inmediatamente posterior al de las listas generará un público para los conciertos de esos grupos, ni siquiera para ver si "son tan buenos como para estar ahí" (esto solo lo pensará un músico), sino simplemente porque los discos están bien en general y los conciertos son cosas chulas de ver. Lo que no se puede es esperar que las listas de "lo mejor del año" desvelen grandes obras maestras. Los discos son discos, nada más, y si alguien quiere descubrir las grandes respuestas de la vida y el porqué de la existencia humana, que se cambie de disciplina. Esto es otra cosa.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, simplemente comentar que me parece un resumen bastante interesante y acertado de lo que sucede en las revistas indies de este país. Éstas, quieran o no, son cada vez más revistas de tendencias que nos dicen qué es lo que mola y qué no, y qué es lo que tienes que escuchar para ser guay. Como bien comentas únicamente somos los músicos los que nos mosqueamos si salimos o no salimos, porque no nos olvidemos que todo músico busca al fin y a la postre reconocimiento, y como comentaba un amigo el otro día en un bar (un músico amigo cuyos padres eran los reyes) el salir en esas listas da prestigio, ayuda a que te salgan luego conciertos, y sobretodo, ayuda a no desmoralizarse… ay, la fragilidad de los cuerpos.

Una cosa respecto al último inciso de tu comentario, en el que señalas que "lo que no se puede es esperar que las listas de "lo mejor del año" desvelen grandes obras maestras. Los discos son discos, nada más, y si alguien quiere descubrir las grandes respuestas de la vida y el porqué de la existencia humana, que se cambie de disciplina. Esto es otra cosa"

A veces sí que aciertan, y nos dan a conocer algunos discos que no te plantearías escuchar porque bien su portada sea fea o porque su nombre suene mal (sí, somos así de prejuiciosos, y yo el primero) Se me ocurren discos que sí fueron incluidos en esas listas que en mi humilde saber y entender, son discos que reflejan un hito o momento histórico a destacar, como el disco "A Ghost is Born" de Wilco, o el "Funeral" de Arcade Fire, por citar un par. Eso del por qué de la existencia humana me gusta, sobre todo porque creo que está bien traído al caso, pues hablando siempre en primera persona, a mi no me interesa tanto el mensaje hablado del artista como la melodía, o el color que pueda dar un teclado casi sumergido entre la maraña de guitarras, o las armonías vocales, o el silbido desacompasado que solo oyes por el canal izquierdo de tu altavoz. Dicho esto, tampoco es que menosprecie el mensaje, ya que siempre es agradable esa sensación que tienes de entender y con ello, comprender al artista y hacerlo algo “tuyo”. Quién no ha sentido lo mismo que J. con una de sus canciones?

Vamos, en conclusión, no te explican el por qué de la vida, ni el por qué de los peinados, pues no creo que los músicos pretendan algo más allá que reflejar su propio estado de ánimo en poco más de 180 segundos, unos hablando mucho y musicando, y otros hablando menos y tocando sulfuradamente (me estoy acordando de Apse…) pero lo cierto es que cuando escuchas algunos de estos discos que salen muy de vez en cuando, te sientes un poco mejor. Al fin y al cabo, se puede decir que está todo inventado y bla bla bla... pero personalmente lo que me importa y disfruto de un disco, es la capacidad evasoria que me pueda reportar, esos 3 o 4 minutos que hacen que te olvides de tu jefe, de la multa por exceso de velocidad, de la persona que te roba, o de la subida del pan. Así pues, llévenme a otro lugar! Ah, y ya que estamos os digo mi discos nacionales e internacionales del pasado año: Polar “Surrounded by happiness” / Ciudadano “Libros de Viajes”; M. Ward “Post War”