Hace ya algunos días que no escribo, he andado muy ocupada y no he tenido tiempo para nada, pero hoy aprovecho un ratito que tengo en la oficina para contar algo que me ha hecho pensar.
Esta semana tres pesonas diferentes me han comentado una misma idea, y me ha llamado la atención porque esas tres personas no se conocen entre sí ni han podido hablar del tema, y sin embargo las tres me han dicho lo mismo. Iván me dijo que esto se merecía un post. Pues eso.
El martes, en el ensayo, ya salió el tema, estabamos comentando que, después de haber visto los resúmenes de lo mejor del año que la prensa especializada ofrece (estamos ya en febrero, y ya han salido las votaciones de la prensa, también las del público), los mejores del año son los mismos que hace diez años. Muchos son grupos que llevan más de diez años de formación, otros (la mayoría de ellos) son grupos que se han formado con gente de grupos que en su día fueron considerados los mejores, allá por 1996, y que hoy, con sus nuevas bandas, siguen siendo considerados los mejores. De entre esas listas de "Lo mejor del año" solamente un diez por ciento de los grupos son grupos nuevos. Esto plantea un dilema: uno, o los grupos nuevos son malos, o dos, la gente y la prensa siguen confiando en aquellos "abanderados del indie" (jaja), apuestas seguras donde las haya, y no hay sitio para nadie más.
Después del ensayo, un par de días más tarde, y sin yo sacar el tema, hubo dos personas que me dijeron lo mismo, las dos críticos musicales, y ya digo, sin ninguna conexión entre ellos. Ambos decían lo mismo: todos los grupos "sagrados" que sigan editando discos seguirán siendo los mejores del año, hagan discos buenos o malos. Que esto lo piense yo tiene, hasta cierto punto, sentido, porque yo tengo un grupo y necesito pensar, para tranquilizar mi conciencia, que nunca estaré entre esos mejores del año. Pensar en el fracaso es en cierto modo una táctica anestésica, porque si luego sale mal, uno ya lo sabía. La sorpresa fue cuando me lo contaba gente que no tiene un grupo que está empezando, de hecho ni siquiera tiene grupo, y pensaba como yo. El caso es que si nadie confía en los grupos nuevos, esos nunca serán los mejores del año. Y esto plantea una situación de estancamiento bastante fuerte, porque el problema ya no es que esos grupos consagrados, hagan lo que hagan, seguirán estando ahí. El problema está en si la gente (prensa y público) han llegado a un nivel de autocomplacencia y de baja exigencia que no permite la evolución de la especie. No digo que los grupos grandes tengan que morir, porque de hecho, más que morir, se reproducen y multiplican juntándose con otros grupos y haciendo mas discos, porque de hecho algunos hacen cosas muy chulas y merecen ser tenidos en cuenta en esas listas. La historia está en que nunca volverá a haber una explosion indie si las cosas siguen así, porque las "explosiones" (y utilizo términos periodísticos) ocurren cuando salen muchos grupos y crean escena, y la sensación que tengo es que la escena de hoy es la misma que la de hace diez años, como dijo Pedro, los mismos perros con diferentes collares.
Como digo, esto sería fácil de entender desde un punto de vista interno, puesto que Índigo es un grupo que está empezando, y de alguna manera, como digo, echarle la culpa al sistema es lo más sencillo. La cosa es cuando te lo dice la gente que está en contacto con la escena y no tiene nada que ver contigo. Entonces te planteas si ese pensamiento exculpatorio, que se supone que surge desde dentro y con una finalidad práctica (la de protegerse, la de salvarse) no será entonces una realidad.
Me mantendré a la escucha, a ver si alguien me dice algo parecido por ahí...
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