Adiós, Madrid

Bueno, seguimos a la brecha. Presuntamente (como si esto fuera un crímen) el disco sale la semana que viene. Este mismo domingo, 18 de marzo, vamos a Madrid a Disco Grande, con la entrevista de Julio Ruiz. Lo cierto es que me muero de ganas de irme a Madrid, me encanta Madrid, sobre todo cuando en Valencia son Fallas y están todas las calles cortadas y a todas horas están tirando petardos en la calle y todo está lleno de gente y no se puede salir a ningun sitio. Suelo ir a Madrid dos o tres veces al año, cuando puedo, hay puente o algo así, es estupendo ir a Madrid. Me voy el viernes y vuelvo el lunes, sólo tres días, pero será genial llegar tarde por las noches del fin de semana, después de salir, y quedarse en la habitación de la pensión que está en la Gran Vía, cuando casi amanece, fumando con las ventanas abiertas. Es estupendo. Me muero de ganas.

Y me viene al pelo hablar de la siguiente canción. Sigo pensando que he cogido el orden del disco como hilo conductor para contar las canciones, pero podría haber cogido cualquier otro orden, orden alfabético u orden cronológico, por ejemplo. Pero vaya, que ya que he empezado, pues sigo ese órden.

Decía que me viene al pelo porque la siguiente canción es "Adiós Madrid".

"Adiós, Madrid" es una de las canciones más antiguas, no recuerdo muy bien la fecha, pero por razones que me guardo para mí sé que la compuse en Noviembre de 2005. Recuerdo claramente la imágen de despertarme de la siesta en el sofá de casa, mientras entraba algo de sol por la ventana, y pensar en algo que luego se convirtió en "La ciudad no me va a consolar/ en la siesta de todas las tardes...", porque por aquella época andaba tremendamente triste, había conocido a mucha gente pero parecía que todo estaba como un poco muerto por dentro, y bueno, lo que pasa con eso de las percepciones individuales transitorias, que hay dias terribles que dan para componer elepés enteros. La canción no habla en absoluto de Madrid, sino más bien de la expresión de un amigo de mis padres, un hombre entrado ya en años y que pasa bastante tiempo en el bar que tengo justo debajo de casa, un asturiano de con mucho carácter y más humor que a veces, cuando coincidíamos en el bar por las noches, entre cerveza y cerveza (yo era una de las habituales del bar, de hecho lo sigo siendo, bares de noche llenos de gente que normalmente va bastante pasada ya, bar que huele a grasa y en el rondan personajes poco recomendables) y mientras me contaba sus batallitas, a veces soltaba esa expresión "¡Adiós, Madrid!", que sería un equivalente a "Apaga y vámonos" o "Madre mía" o "Vamos apañados". El caso es que esa expresión siempre me ha gustado, aunque yo nunca la digo, y bueno, por aquella época, una noche, cuando ya estaba yo bastante cocida y sin fuerzas para decir ni media, estaba este hombre hablando de algo y solto ese "¡Adiós, Madrid!", y me dio risa y me lo quedé para mi canción, que no tenía título.

"Adiós, Madrid" es una canción triste, habla de desengaños y de malas experiencias, lo normal. Cuando la preparamos para grabarla hubo un trabajo importante en los arreglos, porque el cello y el violín son importantes en el final, le dan un toque bastante solemne, aunque también tuvimos que trabajar bastante el bajo en la mezcla, al principio, la primera mezcla de esa canción, quedaba muy bien, porque el bajo estaba muy saturado y hacía una especie de bola muy sucia que a mi me gustaba mucho, pero al final la volvimos a mezclar para que los arreglos de cuerda quedaran un poco más altos, y la bola se fue a la mierda. En directo, como no llevamos cuerdas, intentamos hacer la bola, pero claro, que la bola salga o no depende bastante de la sala, de las condiciones acústicas, así que, que la toquemos o no, dependerá siempre un poco de eso, de la sala.

En cualquier caso, la canción no tiene nada que ver con Madrid.

1 comentarios:

Oscar V dijo...

Espero que aviat pugui llegir per aquí un 'Adéu BCN'...símpotme d'una visita vostra...
Un plaer descobrir aquest blog, via my space. Segueixo enamorat del vostre disc, de color blau molt cel, i especialment d''Eclipse 3105'...
Una forta abraçada, india!